Después de un verano atípico, donde las preocupaciones, las dudas, la incertidumbre y los agobios nos han acompañado durante todos estos meses, donde hemos visto cómo, por causas ajenas a todos, caían unas reservas tras otras y con ello se veían truncados los planes de personas que, desde muy lejos, llevaban tiempo planeando sus vacaciones, eventos familiares, encuentros con amigos y familia…
…donde por razones que no controlamos, se ha quedado en el aire desde la planificación del más mínimo detalle de una estancia hasta la organización de eventos únicos a lo largo de una vida, como la celebración de una Boda, una comunión, pedida de mano, despedida de soltera…, todo suspendido hasta que llegue el momento donde podamos retomar todas aquellas actividades que, hasta hace muy poco, parecían cotidianas e incluso rutinarias.
Para todas aquellas personas, que de una u otra manera, han tenido que dejar su plan en un incierto standby, a todas ellas, queremos darle las GRACIAS…
GRACIAS por seguir soñando; por brindarnos una sonrisa; aunque haya sido virtual; por regalarnos mensajes de optimismo; por haber confiado en nosotros para reubicar vuestros planes, aunque sea sin una fecha concreta, por vuestra paciencia y sobre todo, por seguir soñando.
Seguiremos estando aquí para retomar con más fuerza y cariño, todo aquello que hemos dejado aplazado.
No tenemos duda, que un verano tan diferente quedará grabado para siempre en nuestra mente.
Al principio pensábamos que todo iba a ser un fracaso, pero nada más lejos de la realidad: hemos sido TESTIGOS DE EXCEPCIÓN
Testigos de reencuentros, de esos que se te ponen los pelos de punta al ver la emoción acumulada, testigos de abrazos intensos e infinitos que permiten conectar mente, pensamientos, dudas, y preocupaciones; testigos de momentos únicos, donde lo que realmente vale es el aquí y el ahora, porque lo demás nada importa.
Testigos de reencuentros de personas que han conseguido dejar atrás preocupaciones y estrés para disfrutar de maravillosos e interminables días de sol, que han podido saborear la libertad de planes sencillos y de última hora.
Reencuentros de amigos que no se veían desde hace tiempo, de gente con ganas de divertirse con lo más simple, de estar, de reír, de hacer veladas sin fin…
También hemos sido testigos de despedidas, de lágrimas por no querer irse, por seguir alargando esa sensación de verano con gente con la que realmente quieres estar. Hemos aprendido que no tenemos que irnos muy lejos para desconectar que, a veces, también hay maravillosos momentos de descanso, de reunión, de aventuras que también pueden improvisarse.
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